| La directora Isabel Coixet recibió ayer la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) durante la gala inaugural del festival, acto en el que defendió la gran pantalla frente a las dificultades que sufre el sector causadas por la pandemia.

"Al cine todo el mundo lo intenta matar, pero nunca muere", expresó la realizadora, quien horas antes ya había afirmado en el pase de prensa de su película, Nieva en Benidorm que es necesario acudir a las salas para apoyar al sector. "Abajo el sofá y viva el cine", proclamó Coixet, quien agradeció el apoyo que le ha mostrado la ciudad y el festival, donde ya ha participado en otras ediciones, pues lo inauguró en 2017 con La librería, cinta que después cosecharía tres Premios Goya.

La directora, que salió al escenario con la estatuilla en sus manos por motivos sanitarios, lamentó "ver filas vacías" en la gala de inauguración, aunque valoró la organización y aseguró que "si hay un festival respetando las normas es la Seminci".

Al finalizar la gala inaugural de la 65 Seminci se proyectó Nieva en Benidorm, el último largometraje de la directora que recientemente recibió el Premio Nacional de Cinematografía, y que cuenta con otras distinciones como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2009.