Hacer humor no es trivial: un chiste puede despertar una carcajada en unos y herir a otros, de ahí que actualmente se asocie este concepto con censura o imposición de límites, algo que no entienden los miembros del programa Ilustres ignorantes, que se preguntan “¿por qué el drama no tiene límites y el humor sí?”.

“El humor es parte consustancial de la vida, igual que el drama; al drama se le permiten tonterías y el humor parece que tiene que justificarse (...). Si no hay límites en el drama, ¿por qué en el humor sí? Si el humor te hace reír, te da felicidad, mientras que el drama hace que la gente esté en la mierda”, apuntan a Efe Pepe Colubi y Javier Coronas, presentadores del programa de #0 de Movistar+ ahora convertido en el libro Ilustrepedia (Lunwerg).

En este sentido, Colubi añade que los límites del humor se encuentran en “el buen chiste, uno bien hecho, bien construido y artístico, algo que tenga un chasis por dentro, no el humor tonto por humor”, por lo que, continúa diciendo que “la cuestión de los límites es que no los pone nadie. Cada uno pone los suyos”.

En la sociedad actual el humor está en el punto de mira, tanto del poder político como del judicial, con consecuencias como multas. Hay un “enfoque erróneo”, a juicio del humorista y escritor, puesto que muchas veces cuando alguien se siente ofendido en vez de “gestionar la ofensa, hacer autocrítica o reconsiderar el humor, lo que hacen es ir a por el otro, atacarle”, apunta Colubi.

“Yo empezaría por cambiar algunas leyes y sobre todo hacer una renovación del rancio poder judicial que tenemos —añade—. No me gusta esa manera de reprimir que hay, y ya no hablo del humor, sino de la libertad de expresión. Esta tiene que ser un bien ganancial de la democracia; menos celebrar y recordar golpes de Estado y sí mirar hacia adelante con una idea clara de lo que significa libertad de expresión”.

“Lo que está pasando con Pablo Hasèl ha pasado antes con Willy Toledo, con Dani Mateo y con otra mucha gente. Ahora es un rapero, y lo suyo es libertad de expresión, pero el humor siempre está castigado con este mismo rollo”, apostilla Javier Coronas.

Sus 14 temporadas y más de 355 programas en 13 años de emisión han convertido a Ilustres Ignorantes un referente en los programas de televisión de humor en España, generando un sinfín de información irrelevante que ahora ha sido recopilada en el libro Ilustrepedia, obra de Dani Rodríguez, el guionista de “este programa sin guión”.

El libro, como bien indica su nombre, es una “enciclopedia del desconocimiento” en la que vienen recogidos ciertos términos como “actor”, “miedo”, “cuento” u “hogar”, entre otros, explicados de una manera etimológica con humor y acompañados de frases o citas que se han dicho en el programa —bien los presentadores o bien los invitados— acerca de estas palabras.