La sociedad británica analizó ayer el comunicado emitido la noche del martes por la reina Isabel II en respuesta a las acusaciones vertidas por los duques de Sussex en su entrevista en EEUU que, aunque es conciliador, no condena el racismo. Televisiones, emisoras de radio y periódicos han diseccionado cada una de las 61 palabras de la declaración difundida por Palacio en nombre de la soberana. En la explosiva entrevista con Oprah Winfrey, Enrique y Meghan revelaron que un miembro de la realeza —ni la Reina ni su esposo— inquirió sobre cuál sería el color de la piel de su hijo, Archie, antes de que naciera, y ella confesó que se sintió tan maltratada que pensó en suicidarse.