El poeta español Francisco Brines no pudo recoger ayer por su delicado estado de salud el Premio Cervantes que tradicionalmente entregan en una ceremonia en Alcalá de Henares, ciudad natal de Miguel de Cervantes, los Reyes, que se lo llevarán a su casa.

Brines, de 89 años, uno de los últimos representantes vivos de la generación del 50, y conocido por su defensa de la poesía como ejercicio de tolerancia, recibirá próximamente el Premio en su casa de Oliva (Valencia, este de España), donde se trasladarán los Reyes y el ministro español de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes.

Los Reyes presidieron ayer los actos de celebración del Día del Libro en Alcalá de Henares, donde se proyectó un vídeo de Brines en el que leyó con dificultad uno de sus poemas, Mi resumen, que, explicó, comienza con un verso que escribió 20 años antes.

Es el segundo año consecutivo que no puede celebrarse esta tradicional ceremonia, después de que en 2020 el confinamiento por la pandemia de coronavirus impidiera su entrega al galardonado, Joan Margarit. En esa ocasión, también los Reyes se trasladaron posteriormente para entregar el premio y viajaron a Barcelona para ver Margarit, poeta español que falleció el pasado febrero.

“No nos ha podido acompañar por motivos de salud aunque pronto tendremos la oportunidad de visitarle, en su Oliva natal, con los Reyes a quienes acompañaré con gusto y también con orgullo para entregarle el Cervantes”, indicó el ministro Rodríguez Uribes, que expresó su agradecimiento a los Reyes “por estar siempre comprometidos con la Cultura”. “Nuestro poeta valenciano, español, universal nos espera en primavera, que es su Otoño de las rosas”, dijo el ministro en referencia a los versos de Brines.

A su llegada a Alcalá de Henares, los Reyes fueron recibidos con aplausos y vítores de ciudadanos que se concentraban en la zona, a los que saludaron.

En el discurso pronunciado en el acto, el ministro de Cultura recordó cómo se ha demostrado que “asolados por esta cruel pandemia” la lectura fue un consuelo y el libro “un compañero fiel para gran parte de la población”. “Uno de los pocos efectos positivos de esta crisis sanitaria, económica y social que seguimos padeciendo es el aumento de los índices de lectura que batieron récords entre los meses de marzo y junio del año pasado”, recalcó Rodríguez Uribes.

El acto prosiguió con la lectura dramatizada de clásicos españoles del Siglo de Oro y posteriormente el actor español José Sacristán leyó textos de Miguel Delibes y Antonio Machado, así como el poema Estación claridad, de María Elena Walsh, dedicado a las madres de la plaza de Mayo, entre otros.

Los Reyes visitaron después la biblioteca Biblioteca Patrimonial de la sede del Cervantes, recién inaugurada con un fondo de poesía de más de 7.500 volúmenes, acompañados por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.