Con una visión de fina estratega, Anna Wintour, la famosa editora de Vogue se ha tomado su particular revancha. Con dos ediciones hibernando por culpa de la pandemia, la gala MET (los Óscars de la moda) regresó el pasado lunes por todo lo alto, e incluso con más audiencia que nunca, a pesar de que esta vez los invitados fueron 400, unos 200 menos de lo habitual [por la normas de seguridad de la era COVID]. La jugada maestra de la mujer que mueve los hilos de lo que es tendencia y lo que no, y la encargada de aprobar o rechazar a cada uno de los famosos asistentes a esta hoguera de las vanidades de Nueva York fue, esta vez, dar cabida a los ídolos de las nuevas generaciones, bien conectados en las redes sociales, donde el evento impactó en muchos más millones de personas. Wintour, la misma que prohibió los móviles en las últimas tres ediciones de este aquelarre de famosos vestidos con extravagantes propuestas, se ha abierto por fin a los nuevos tiempos y al nuevo target, la Generación Z.

A la aristocracia habitual de actores, modelos, diseñadores, artistas y músicos se han sumado los que en esta ocasión eran los anfitriones, jovencísimos ídolos de la música, el cine, la literatura y el deporte: Billie Eilish (19), Timothée Chalamet (25), Amanda Gorman (23) y Naomi Osaka (23), cuya llegada al exclusivo sarao despertó pasiones. La cantante de Happier than ever deslumbró con un Óscar de la Renta en tono naranja claro y larga cola que era todo un homenaje a Marilyn. Su compañero, el actor de Dune, fue otro de los que más flases acaparó, con su audaz traje nácar de Haider Ackermann que remató con Converse y calcetines blancos.

En ese selecto club de jóvenes talentos se coló por derecho también Rosalía, una de las más jaleadas en las escalinatas del MET con su particular interpretación del dres code de la velada, un homenaje a la moda con raíces norteamericanas. La cantante lució un diseño muy español, un traje mantón de manila en color rojo del californiano Rick Owens. Junto a ella, la gala contó con otros nuevos asistentes, como las youtubers Dixie D’Amelio o Emma Chamberlain, la tiktoker Addison Rae, las cantantes Lorde y Camila Cabello, y la influencer Ella Emhoff, hijastra de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris. Todas ellas pasaron con nota el debut, y no desentonaron con las reinas habituales de la gala, como Rihanna, JLo, Kim Kardashian y Donatella Versace.