El bar que se tragó a todos los españoles, del Centro Dramático Nacional (CDN), recibió anoche el Premio Max al Mejor Espectáculo de Teatro, así como el Premio a la Mejor Autoría Teatral a Alfredo Sanzol y a Mejor Diseño de Espacio Escénico a Alejandro Andújar, durante la celebración de la XXIV edición de los galardones. Una gala en la que el ceense Iván Villar se hizo con el galardón al Mejor Intérprete Masculino de Danza por el espectáculo Leira, de la compañía Nova Galega de Danza.

“La cultura es algo esencial para todos. La obra es un homenaje a todos los que cambiaron de vida y lucharon por su libertad”, señaló tras recibir el premio Alfredo Sanzol, quien dedicó el galardón “a la unión que ha habido en estos años muy complicados” debido a la pandemia.

Los Premios Max, organizados por la Fundación SGAE y retransmitidos en directo por La 2 de TVE, regresaron por tercera vez a Bilbao con una gala que se celebró en el Teatro Arriaga Antzokia y que contó con la presencia del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburtu; o el delegado de Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso. Los galardones de Artes Escénicas incorporaron en esta edición el Premio a Mejor labor de producción y sus tres premios especiales: el Premio Max de honor, que distinguió la carrera profesional de la actriz Gemma Cuervo; el Premio Max del público, concedido a La vida empieza hoy de Tonet Ferrer; y el Premio Max aficionado o de carácter social, que reconoció la labor de la compañía amateur Teatro Estudio de San Sebastián, con más de 50 años de trayectoria.

Tras leer un fragmento de Hamlet, el presidente de la SGAE, Antonio Onetti, hizo entrega a Gemma Cuervo del reconocimiento honorífico. “Hasta 1660 los papeles femeninos eran interpretados por jóvenes o niños, una mujer sobre el escenario era algo escandaloso. ¿Se imaginan un teatro sin mujeres?, se preguntó Onetti.

Visiblemente emocionada tras recibir una gran ovación del público, Cuervo aseguró sentirse “llena de amor”: “Me estáis haciendo muy feliz, es un día maravilloso. Estoy llorando de amor, de agradecimiento por encontrar un hilo de bondad, soy feliz”.

Con la obra musical La vida empieza hoy, el autor valenciano Tonet Ferrer quiso rendir homenaje a su madre y sanar las heridas que le provocó su fallecimiento. Con esta obra, Ferrer encadiló a los espectadores que, a través de los votos registrados en la aplicación móvil y online VotaMax, la hicieron merecedora del Premio Max del Público.

Por su parte, el fundador del Teatro Estudio de San Sebastián, Manolo Gómez, recogió el Premio Max aficionado o de carácter social y ha pedido a los consejeros de Cultura y programadores que “no se olviden de los amateur”. “Encontrad para nosotros presupuestos y espacios en la programación de las redes del teatro”, solicitó. Además, en esta edición de los Premios Max el galardón a Mejor Actriz ha sido para Mireia Aixalà, por Las tres germanes; a Mejor Actor para Joan Carreras, por Historia d’un senglar; y a Mejor Dirección de Escena para Nao Albert y Marcel Borrás, por Atraco, paliza y muerte en Agbanaspach.

“Este premio es de toda la gente que ha hecho posible la obra y también de todas las actrices, sobre todo las que no tienen curro. El teatro cura el alma y nos hace mucha falta. Salud y teatro”, apuntó Mireia Aixalà tras recoger la manzana plateada.

En esta edición, también fueron Deborah Macías, Mejor Diseño de Vestuario por NISE, la tragedia de Inés Castro; Juanjo Llorens, Mejor Diseño de Iluminación por La Mort i la Doncella; Nueve de Nueve Teatro, Mejor Labor de Producción por Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban); Antoine Mejor Espectáculo Revelación; e Iratxe Ansa, Mejor Intérprete Femenino de Danza por Al desnudo.