Podía parecer una de las bromas a las que nos tiene acostumbrado. Pero parece que Ryan Reynolds, una de las caras más gamberras de Hollywood, esta vez habla en serio. El actor canadiense, de 44 años, acaba de anunciar que necesita “tomarse un tiempo sabático”. Lleva en la interpretación desde hace casi 30 años, cosechando éxitos como Buried (Enterrado) y Deadpool, acaba de volver a triunfar con Free Guy (Disney+); y justo hace unas semanas ha terminado el rodaje de Spirited junto a Will Ferrell, momento que ha aprovechado para anunciar en Instagram que se toma un respiro, que necesita alejarse de las cámaras. No será para siempre, solo es temporal, aunque vista su apretada agenda profesional tampoco resulta extraño que necesite un descanso.

Así ha avisado a sus fans el marido de la también actriz Blake Lively: “No estoy seguro de haber estado listo para decir que sí a una película tan desafiante incluso hace tres años. Cantar, bailar y jugar con Will Ferrell ha hecho un montón de sueños realidad. Y esta es mi segunda película con la gran Octavia Spencer... Momento perfecto para un pequeño año sabático de la realización de películas”, confiesa.

“Voy a extrañar cada segundo trabajando con este grupo obscenamente talentoso de creadores y artistas. Hoy en día, la amabilidad importa tanto como el talento”, reflexiona junto a varias imágenes del rodaje. Como es habitual en el matrimonio de actores y padres de tres pequeñas, esta vez ha sido Lively la que ha troleado a Reynolds. “Michael Caine lo hizo primero”, escribió ella en los comentarios.

Aunque Reynolds esté fuera de los platós un tiempo, el público quizá ni lo note, pues tiene varios proyectos pendientes de estreno, entre ellos The Adam Project, filme de Shawn Levy con Zoe Saldana y Jennifer Garner, que se estrenará el año que viene. Además, el 12 de noviembre se podrá ver en la plataforma Netflix Alerta Roja, con Gal Gadot y Dwayne Johnson.