Junto al dolor por la muerte de Halyna Hutchins en el rodaje de Rust crece la necesidad de respuestas. En ese ambiente está incrementándose el escrutinio de una figura clave: Dave Halls, el asistente de dirección que entregó el arma a Alec Baldwin y le aseguró, erróneamente, que estaba descargada. Según revelaron varios medios, Halls ya había enfrentado quejas a lo largo de los años, en la mayoría de los casos por incumplimientos de protocolos de seguridad y por su comportamiento.

El jueves, Halls fue señalado en la llamada que realizó a la policía desde el rancho Bonanza Creek Mamie Mitchell, supervisora de guion de Rust. En esa llamada, Mitchell se refirió a él como “el puto asistente de dirección” y señaló que “él debería comprobar las armas. Es responsable por lo que pasa en el rodaje”. Resurge el pasado problemático de Halls, que ha trabajado en títulos como Fargo, Bone Tomahawk, The Matrix Reloaded o, como primer asistente del director en la segunda unidad, en The Crow, la película en que Brandon Lee murió en otro accidente con un arma en 1993.

Antonia Bogdanovich, directora de Phantom Halo, declaró a The New York Times que “Dave [Halls] no siempre sigue las reglas” y recordó que el asistente “presionaba al equipo para trabajar más allá de las horas establecidas”. También Lisa Long, que coincidió como asistente de cámara con Halls en One Way, declaró a Times que se quejó a sus superiores varias veces por lo que veía como falta de reuniones apropiadas de seguridad y por rupturas de protocolos del COVID.

Más allá fue Maggie Goll, una especialista en pirotecnia que coincidió con Halls en 2019 en el rodaje de dos capítulos de la serie Into the Dark, que elevó al Sindicato de Directores y a la productora sus preocupaciones de que Halls “no mantenía un ambiente de trabajo seguro”.