El tanatorio madrileño de La Paz, en Tres Cantos fue el lugar en el que familiares, amigos y compañeros de profesión se reunieron para dar su último adiós al cantante Georgie Dann, que falleció el pasado miércoles en el Hospital Puerta de Hierro, donde iba a pasar por el quirófano para una operación de cadera.

“Él llevaba tres años muy malito, tenía un cáncer de pulmón muy avanzado. Tuvo una caída y hubo que operarle, y como el pulmón ya no estaba bien, no pudo sobrevivir a la operación”, explicaron a las puertas del tanatorio su esposa, Emilia García, y sus tres hijos, Emi, Patricia y Paul, que agradecieron también las múltiples muestras de cariño de los que asistieron al recinto, entre los que se encontraban numerosos fans del músico francés.

La familia desveló que esperaban un final próximo, pero que el carácter optimista y vitalista del artista, que tenía 81 años, ayudó mucho a sobrellevar la enfermedad. “Eso también le ha dado fuerzas para tirar con un cáncer tres años. Hasta antes de operarse estaba diciendo que de esta iba a salir y pensando en las cosas que iba a hacer después”, explicaron emocionados sus familiares. Sus restos mortales fueron trasladados al cementerio de Majadahonda, donde recibió sepultura en la más estricta intimidad.

Famoso por temas como El casatschok, El bimbó, El dinosaurio, El negro no puede, Mi cafetal, La cerveza, La barbacoa o El chiringuito, Georges Mayer Dahan construyó su carrera musical en España, convirtiéndose en el rey de la canción del verano. Pionero en montar coreografías con sus bailarinas, que siempre le acompañaban en las actuaciones, sus canciones de estribillos pegadizos y muy bailables fueron muy populares durante las décadas de los setenta y ochenta.