Si hay algo que caracteriza a la familia Ortega es la discreción. A pesar de ser los propietarios de una de las empresas textiles más poderosas del mundo, apenas se sabe nada de su vida personal. Amancio Ortega se caracteriza por ser una persona silenciosa que parece que siempre está en la sombra, al igual que su hija mayor Sandra Ortega. De todos ellos Marta Ortega la que tiene una mayor presencia de puertas para fuera pero aún así, es de los más celosa de su intimidad.

Aunque sin duda uno de los rostros más desconocidos es el de Flora Pérez, la segunda mujer del dueño de Inditex y la madre Marta Ortega. Poco se sabe de su vida más allá de lo que cuentan sus allegados.

Sus padres se trasladaron del campo al barrio de Os Castros, en A Coruña, y allí creció junto a sus siete hermanos. Su madre cosía, la hija aprendió el oficio y entró de lleno en el mundo de la moda a través de una pequeña empresa que ahora es conocida en el mundo entero, Zara. Cuando Flora Pérez y Amancio Ortega se conocieron él estaba casado con su primera mujer, Rosalía Mera, con la que ya tenía dos hijos. No fue hasta el nacimiento de Marta Ortega en 1984 cuando su primera esposa se enteró.

Tras 19 años de convivencia juntos, Amancio y Flora se casaron en el año 2002 en el Pazo de Anceis, una vez que el grupo textil salió a bolsa. Y desde ese momento se convirtió en otros de los grandes pilares del grupo empresarial. Dicen quienes las conocen que está obsesionada con que la empresa mantenga los pies en la tierra y sea fiel a sus principios de calidad. Su relación con su marido, al que continúa llamando "amor" en público, sigue siendo la misma. Al tiempo que desempeña sus funciones al frente del Holding de inversiones Pontegadea y de la Fundación de Amancio Ortega, también es una mujer que disfruta con las pequeñas cosas del día a día como una partidas de cartas con amigos y paseos del brazo de su marido.