No ha sido fácil para la delegación ucraniana estar en Turín. Tampoco para quienes se han quedado en el país en guerra. Así lo ha mostrado la cadena Suspilne Eurovision que sigue al detalle lo que ocurre en Turín desde un escenario que nadie habría imaginado. El ya veterano comentarista ucraniano de Eurovisión, Timur Miroshnychenko, se ha vuelto a poner al frente de unas retransmisiones, que han impactado por el lugar insólito desde el que se producen: un búnker. Los presentadores de la primera semifinal conectaban con Timur que debe esconderse en uno de los numerosos búnkeres en los que los ucranianos se protegen de los ataques. “Eurovisión es más para mí que trabajo. Es una parte de mí vida”, dijo.