Si hay algo que tiene el Instagram de María Castro son vivencias. La actriz utiliza esta red social para acercarse a sus seguidores y compartir con ellos sus experiencias como madre, su gusto por la cocina o sus trucos para el cuidado de sus dos hijas pequeñas.

A través de esta ventana, la actriz se abre en canal sobre algunos de sus momentos más tiernos en su infancia hasta el duro proceso de destete que ha empezado con su hija mayor y de nuevo, ha vuelto a hablar de una complicada situación a la que ha tenido que enfrentarse pero esta vez con una vecina suya.

Según ella misma ha contado, hace unos días coincidió con una vecina del barrio que, como llevaba tiempo sin ver, no conocía a su hija Olivia. Un encuentro desagradable que la llevó a reflexionar sobre la forma de dar a luz.

"Después de mostrarse muy riquiña con la niña, no sentí que lo fuese tanto conmigo, cuando hizo la siguiente pregunta…”, ha comenzado relatando. "A esta la pudiste parir, ¿o también eligió el camino fácil y fue cesárea?", algo que le dejó completamente paralizada y sin capacidad de reaccionar.

"Me quedé tan bloqueada, que fingí prisa y tener q irme, para darme así un tiempo para pensar en lo que me había preguntado y madurar la respuesta…Aunque la tengo clara! Por supuesto que la parí! Y no a una! A dos! Quizá de la forma más agresiva que hay, pero la única posible según mis circunstancias" confiesa dolida a la vez que se pregunta que es 'eso del camino fácil'.

"La cesárea debe ser la única operación en la que al día siguiente, abierta en canal, no sólo te piden que te levantes, si no que te hagas cargo de una personita que te necesita 24/7" sentencia la actriz.

Así fue su experiencia dando a luz

"Con Maia no pudo ser parto “normal”, venía sentada. Con Olivia lo volví a intentar, pero con una cesárea previa y habiéndome provocado el parto un día en concreto por razones médicas, no pudo ser. Las cuatro horas que me dieron de margen (con cesárea previa, si pasa demasiado tiempo, o las contracciones son muy fuertes, puede haber riesgo de desgarro de útero), no fueron suficientes para dilatar lo que se esperaba" comienza contando María.

"Lloré, si os soy franca!…aunque rápido y todo junto (yo soy así, de llorada corta). Y por qué lloré? porque quería vivir otra experiencia diferente a la otra cesárea, (por si era mi último parto) y también porque necesitaba recuperarme rápido de esta segunda aventura; ya que nuestra vida de cuatro estaba a punto de empezar. Pero no lloré por sentir que "no iba a conseguir parir… otra vez" confiesa.

Después de este duro momento, la actriz fue capaz de reponerse y traer al mundo, y con mucha alegría, a su segunda hija Olivia. "Con una sonrisa, nos fuimos a quirófano, sabiendo que cada vez que viese la sonrisa que ahora está pintada en mi barriga, recordaría con lágrimas (pero de las de felicidad) el día que cada una de nuestras hijas decidieron llegar al mundo por la puerta grande" termina.

Una reflexión que se ha llenado de comentarios que aplauden sus palabras. La cantante Beatriz Luengo ha querido querido sumarse a sus palabras compartiendo también su experiencia. "Todavía no entiendo la gente que piensa que por no parir natural eres “menos mujer” o “menos madre” y encima lo dicen."