Tras la inauguración de la temporada de alfombras rojas del Festival de Venecia, la 74ª edición de los Premios Emmy ha vuelto con una red carpet de altura. Por fin, este año los galardones que celebran las mejores producciones de la televisión fueron con público, con el comediante Kenan Thompson, del programa Saturday Night Live, como maestro de ceremonias. La fiesta ha vuelto y las estrellas lo han celebrado con glamour y elegancia a espuertas.

Yeon Jung, de El juego del calamar, celebró su primera nominación al Emmy como una auténtica it girl, con un brillante vestido de corte geométrico lavanda, melocotón, salvia y negro de Louis Vuitton.

Julia Garner, la próxima Madonna en el cine, fue una de las estrellas de la noche, y no solo porque ganó el Emmy a la mejor actriz de reparto en serie dramática por Ozark, sino por su impresionante vestido tubo Gucci de terciopelo adornado con flores, que mostraba su ombligo gracias a un con un corte en forma de rombo a la altura de su estómago.

Laverne Cox, la primera mujer transexual nominada a un Emmy en la categoría de mejor actriz, rindió un homenaje a la reina del pop con un minivestido negro y adornos brillantes de Jean Paul Gaultier, que recordaba a aquel corsé nude con dos conos en los pechos de Madonna.