La cena de gala de la cumbre del G-20 en Bali (Indonesia) deparó imágenes muy efectistas de los líderes sin corbata y con coloridos atuendos fuera de lo habitual. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apareció en el Garuda Wisnu Kencana Cultura Park, en Badung, donde se celebró el acto, con una camisa típica de la región, de tonos estampados con la técnica del batik azules y morados. A su lado, su esposa, Begoña Gómez —que participa en su segundo viaje consecutivo en el extranjero tras la gira por varios países africanos, a la que acudió como parte de la delegación del Gobierno— combinó un chal en el mismo tono con un vestido de color amarillo brillante. Al verlos entrar juntos era imposible no apreciar el guiño total a la bandera de Ucrania.

El presidente español no fue el único líder mundial que tiró de este dress code. También vistió así el presidente chino, Xi Jinping. Y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, que viajó en representación de Vladímir Putin y partió de Indonesia después de asistir a la cena de gala y no estará en la jornada de cierre, hoy.

De azul también comparecieron Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, la presidenta italiana Giorgia Meloni y el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte. El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak apostó por un batik en colores rojizos, igual que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Sin embargo, el presidente francés Emmanuel Macron tiró del clásico pantalón azul oscuro y camisa blanca, aunque sin corbata, que ya es algo.

Con este evento, que incluye danzas y otras exhibiciones culturales indonesias, la presidencia indonesia cerró la primera jornada de la cumbre del G20, marcada por las discusiones en torno a la guerra de Ucrania y por una intensa agenda de citas bilaterales.