Con un filmografía extensa, en la que destacan sus trabajos a las órdenes de Trueba o Aranda, el actor madrileño, de 42 años, interpreta la adaptación teatral del Crimen perfecto que Hitchcock dirigió hace seis décadas.

¿Cuál es su película predilecta de Hitchcock?

Con la muerte en los talones. Parece que por ella no ha pasado el tiempo.

Un lugar que sería un crimen no visitar?

El valle de Aran. La belleza de la alta montaña me deja sin aliento.

¿Allí encontraría los aromas y los colores perfectos?

Sí, pero también me encanta el olor de mi casa, a tabaco y a humo de chimenea. Y me gusta el de la gelatina de los focos quemándose en un plató o el color de un escenario teatral iluminado para comenzar la función.

¿Asistir al cine o el teatro formaría parte de una velada redonda para usted?

Que continuaría con una cena en El Trasgu (Torrelodones, Madrid), dando cuenta de un par de botellas de buen vino y que remataría en la terraza de mi casa, mirando las estrellas.

¿Qué le gusta comer?

De todo si es rico. Soy muy de carne, de steak tartar, pero no diré que no a un buen pescado aliñado con ajo frito, aceite, pimentón y un chorrito de vinagre.

¿Su momento preferido del día?

Cuando me despierto sin horario y me doy una vueltecita más en la cama. Aunque como mi padre era militar y nos tocaba una especie de diana al alba, cada mañana suelo salir del sueño con mala conciencia y pensando que tengo mucho que hacer.

¿Sigue siendo ave nocturna?

Cada vez menos. Ya no puedo poner en práctica tan a menudo lo que decíamos entonces: "Si tienes lo que hay que tener para salir un martes hasta las tantas, tienes que tenerlo para levantarte sin complejo de culpa".

¿Alguna mujer perfecta para acompañar veladas y correrías?

La mía. Podría decir Ava Gardner, pero creo que precisaba demasiada atención y se metía en unos líos tremendos.

En materia musical, ¿quiénes son sus imprescindibles?

Lo último que he comprado ha sido el disco grabado en vivo en Dublín por Bruce Springsteen con la Sessions Band.

Si se le regala música, ¿se acierta?

Prefiero un billete sorpresa para viajar a Barcelona.

¿Tiene en mente un recuerdo o una imagen que le dé paz en momentos de crisis?

La de mi perro mastín Luno. Mi hijo le puso Luna cuando era cachorro, pero la naturaleza nos obligó a cambiarle el nombre poco después.

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