Juan Luis Cano, la mitad del dúo Gomaespuma. Periodista, escritor y humorista, suma tres décadas frente a los micrófonos, provocando la sonrisa en los oyentes. Con su compañero Guillermo Fesser pondrá el broche de oro al Festival del Humor de Palma, con ´Nadie sabe nada´, su primera incursión teatral

-El show de Gomaespuma pondrá la guinda al Festival de Humor de Palma, aunque usted llega un día antes. ¿No será para cantar con Wyoming?

No, no, vengo un día antes para verle actuar a él, no para cantar con él. Como humorista, Chechu [alias de José Miguel Monzón, El Gran Wyoming] es muy bueno, y su programa está pegando fuerte por el tono ácido y crítico que tiene, que considero único. ´El intermedio´ es una especie de válvula de escape ante la actualidad política que vive este país.

-En el Teatre Xesc Forteza representaréis ´Nadie sabe nada´. ¿Quién sabe algo hoy en día?

Vivimos en un tiempo de incertidumbre tremenda en el que desde las altas cúpulas intentan hacernos ver cosas que no existen. Cuando te das de frente con una realidad siempre hay alguien que viene de arriba a decirte: "No, no, que estás equivocado, que no es de día, es de noche". "Oiga, pero si está el sol en el cielo", le contestas. "Sí, sí, pero es de noche", te insiste. Y eso es lo que nos está pasando constantemente. No solo vivimos una crisis ética espectacular en nuestra sociedad, sino que además nos toman por gilipollas.

-¿Tiempo de miseria es sinónimo de tiempo de ignorancia?

Una cosa viene unida con la otra. A los dictadores y al poder poco democrático siempre le ha interesado mantener al pueblo inculto.

-¿Qué puede adelantar de la obra?

No es una obra de teatro, ´Nadie sabe nada´ es un espectáculo en el que Guillermo Fesser y yo, utilizando una fórmula que ya pusieron en funcionamiento Berto Romero y Buenafuente, contamos anécdotas de nuestra vida en la radio y de nuestra vida personal, además de contestar a preguntas del público y comentar noticias del día.

-¿Es un espectáculo que podrá entender cualquiera?

Tanto como Gomaespuma como individualmente, Guillermo y yo hacemos las cosas que nos apetecen, y luego que las vean los intelectuales, los estúpidos o los futbolistas, me da lo mismo. Nunca nos hemos planteado a quién nos dirigimos, hacemos las cosas que nos apetecen y luego que se apunte quien quiera.

-Gomaespuma lo llama "combate dialéctico" y algún crítico, "la suma de dos monólogos". ¿Es lo mismo?

No, lo nuestro no es una suma de dos monólogos. Guillermo y yo interactuamos continuamente. Lo que hemos hecho en la radio toda la vida es un toma y daca, y ´Nadie sabe nada´ es una prolongación de todo eso.

-¿Qué territorios del humor comparten con Buenafuente?

Nos reímos de las mismas cosas y tenemos una visión de la vida bastante parecida, aunque cada uno tiene su manera de hacer.

-Aclaremos que Buenafuente no es el director de ´Nadie sabe nada´.

Sí, fue degradado e incluso casi expulsado.

-¿En una España que se desangra puede el humor ser sangrante?

Sí puede, y de hecho el humor ha sido utilizado muchas veces como vehículo para hacer una crítica social y política, y además debería ser indispensable en el panorama periodístico e intelectual de un país.

-¿Cómo logra uno mantenerse 30 años en la radio?

No lo sé, habría que preguntárselo a los oyentes. Yo creo que siendo fiel a uno mismo, intentando no traicionarte a ti mismo.

-Tú en Madrid y él, Fesser, en Nueva York. Suena a película de amor. ¿Se echan de menos?

Sí, claro. Son muchos años y no solo en la radio, también en la Fundación Gomaespuma. Cuando una silla tiene dos patas y falta una, cojea.

-¿Qué ha descubierto usted con ´Nadie sabe nada´, su primera incursión teatral?

Yo descubrí una puerta donde guardaban los canapés y me pareció fantástico.