El inclasificable Javier Gurruchaga (San Sebastián, 1958) se mete en la piel de un actor retirado en la comedia ´Una pareja de risa´, obra que habla "del espectáculo, el ´show business´ y de la vida, a veces miserable, de los artistas". Una pareja que completa Guillermo Montesinos.

El teatro y la vida de los artistas es el trasfondo de esta comedia de los años setenta. ¿Sigue siendo todo igual?

Esta obra se estrenó en el año 1972 en Broadway. Yo la había visto en las distintas versiones que hay en cine, una con Walter Matthau y George Burns, y otra con Woody Allen y Peter Falk. Pero en teatro la vi por primera vez en Londres hace un año y medio. La obra estaba representada por Danny DeVito y el ya fallecido Richard Griffiths. Y me encantó la función. Se estrenó hace más de cuarenta años, pero sigue estando vigente. Es la historia de dos actores que se reencuentran. Es un guiño que Neil Simon hizo a las supuestas malas relaciones que mantenían el Gordo y el Flaco, Oliver Hardy y Stan Laurel. Es una obra sobre las relaciones de pareja, aplicable a las parejas artísticas, profesionales, sentimentales... sobre lo difícil que es convivir y hacer algo juntos. Es un homenaje a esta profesión.

Simon saca a escena lo que no se ve: la dura vida del actor.

Claro, bien sea en el mundo del rock o en el del teatro, esta obra habla de la carretera. De cómo se está muchas veces pendiente de que suene el teléfono; de las ascendencias y caídas; del gusanillo del escenario y público que todos tenemos...

¿Recuerda otro momento tan nefasto para la cultura como el actual?

Bueno, yo no me puedo quejar porque siempre he tenido trabajo. He pasado por ciclos más arriba o más abajo, como todos, a través de tantos años. Ahora estoy preparando varios proyectos teatrales, tengo un disco y una serie de conciertos, voy a estrenar la película ´Cantinflas´, protagonizada por Óscar Jaenada... Pero claro que es de dominio público que la cultura y la creación artística están tratadas como un hermano de segunda fila, con impuestos excesivos. Lo que hace que sea difícil producir espectáculos. Creo que no se están llevando unas políticas de apoyo y estímulo para nada, sino todo lo contrario. Y está siendo duro.

Rajoy se dejó entrevistar y dijo que la crisis ya se ha acabado. ¿Se lo cree?

Creo que no. Está todo por hacer. El descontento es grande y estamos pasando momentos difíciles. La realidad está en la calle: hay un nivel de paro muy importante. Y por otra parte, la cultura tiene un impuesto de IVA exagerado. Nuestra profesión está bastante jodida.

¿El homenaje de la Orquesta Mondragón a los Beatles en ´Liverpool Suite´ ha sido una forma de agradecer a los Fab Four tanta inspiración?

Sí, es un repaso a algunas canciones, de las muchas que me hubiera gustado cantar, a un grupo que fue fundamental en mi carrera y en la de tantos otros. Eso es ´Liverpool Suite´, un sincero homenaje a un grupo clave como lo fueron los Rolling, Elvis, Elton John, David Bowie o Lou Reed. Recuerdo que cuando me saqué el carné de artista de la época del sindicato vertical, me examiné con ´Something´, de Harrison, y ´I´m so tired´, de McCartney, y lo saqué con nota. Los Beatles siempre me han dado suerte.

Ya que ha sido jurado del programa ´Uno de los nuestros´, ¿podría explicarnos qué le ha pasado a la música en nuestro país?

Bueno, mi labor como jurado ha sido testimonial y en la que he tratado de aportar un poco de humor. Pero es lo que funciona: los concursos. Creo que en la música hay un estancamiento bastante importante. Y no veo cosas revolucionarias ni arreglos innovadores. Todo es como un gran karaoke y los artistas que más funcionan son muy karaoke. Son los tiempos que corren. No hay gente que me emocione. Por eso prefiero los clásicos.