Gérard Depardieu, la gran cara de El Conde de Montecristo, reconoció hace un par de años que bebía más de la cuenta, pero jamás se definió a sí mismo con un adicto.

El año pasado llegó a beberse entre 12 y 14 botellas de alcohol al día. Unos datos que confesó en su entrevista para el programa Télématin. "Es triste, muy triste. Es una gran tristeza darse cuenta de que eres adicto a algo".

El intérpreta nacionalizado ruso no se ha planteado en ningún momento pedir ayuda profesional o ir a grupo de apoyo, ya que -como él mismo explica- eso sitios le dan ganas de beber más: "Me dan ganas de beber hasta morir. Buenos días, me llamo Gérard, he bebido 13 botellas de vino tinto, tres botellas de pastis y tres de whisky".

Acto seguido Depardieu añadió que para su forma de ver esos sitios pueden ayudar a cierto tipo de gente pero a que él no. Él es perfectamente consciente de que ha tenido unos años difíciles, pero no se arrepiente de ello, lo sabe y lo admite: "He tenido mis momentos en los que he sido un maldito, que reivindico y asumo. Es genial serlo y darse cuenta de que lo eres".