Una vecina de Algaida fue condenada ayer por no atender debidamente a su perra, de raza bulldog francés y diez años de edad, y que murió pocos días después de ser entregada a Natura Parc. La mujer admitió durante el juicio que no llevó al animal al veterinario pese a su evidente deterioro físico y que la tenía en condiciones insalubres. Se declaró autora de un delito de maltrato animal y aceptó una pena de dos meses de prisión, sustituidos por una multa de 600 euros. Además, deberá indemnizar a Natura Parc por los gastos ocasionados por el animal durante su estancia en las instalaciones.

Los hechos ocurrieron durante los últimos meses del año 2019. Varios vecinos alertaron a la Policía Local del pésimo estado del animal y un agente se personó en la vivienda de la acusada. Comprobó que la perra tenía manchas de orina y padecía cataratas en un ojo y otitis, estaba débil y no podía apoyar una de sus patas.

La mujer acabó entregando el can a Natura Parc a instancias de la Policía Local. Los veterinarios detectaron entonces que padecía un tumor cerebral irreversible y fue sacrificada.

Según la fiscalía, la desatención que sufrió la perra le generó un constante y creciente sufrimiento. La procesada reconoció los hechos ante la magistrada y se conformó con el pago de una multa de 600 euros por un delito de maltrato animal.