La moda también está presente en el mundo del esquí, deporte que requiere de un amplio equipamiento, si bien los esquíes, las botas y los bastones conforman la base del mismo. Con el comienzo de cada temporada invernal las estaciones se llenan de deportistas provistos de equipos que muestran las últimas tendencias del deporte blanco y que pasan por renovados diseños de anoraks, pantalones y forros polares, además de gorros, gafas, guantes y también camisetas, calcetines y ropa interior, todo un conjunto de prendas que convierten los complejos invernales en una pasarela de moda.

Aunque los colores llamativos son una constante año tras año, el negro siempre está presente en la ropa de esquí. En cuanto a los materiales utilizados para su fabricación, predominan los más cálidos, ligeros, confortables y cómodos que permiten soportar las inclemencias meteorológicas de la alta montaña: temperaturas extremas, intensas lluvias y nevadas y fuertes vientos.

Para luchar contra estas condiciones adversas, los fabricantes han desarrollado fibras, tejidos y productos de alta tecnología (windstopper, polartec, thinsulate o gore-tex) a los que se han llegado tras tiempo de estudio e investigación. Lejos queda la ropa pesada, incómoda, que calaba y no transpiraba.

A diferencia de años anteriores, las prendas de la nieve, tanto exteriores como interiores, se ajustan más al cuerpo para mantener el calor corporal y facilitar los movimientos durante el ejercicio, que generalmente se prolonga por espacio de varias horas. Los colores azul, rojo y blanco junto al negro son tradicionalmente los protagonistas de los equipos de nieve, aunque esta temporada los rosa y morados adquieren cierta relevancia y también los verdes y amarillos están ganando un espacio en la moda deportiva invernal.

Algunas de las firmas de renombre €Rossignol, Colmar, Goldwin, Spyder, Descente, Salomon, Helly Hansen, North Face, Columbia o Tsunami, entre otras€, ofrecen prendas más brillantes, atractivas y alegres. Todas ellas se dejarán ver a partir de este mes de diciembre en los complejos invernales de medio mundo, al igual que otros complementos imprescindibles como las gafas en las que son especialistas marcas como Arnette y Oakley, calcetines de Tijuana y Boomerang o gorros de Eisbär. Todo un mundo de diseño y color para proteger a los esquiadores y "snowboarders" que inundarán las pistas.

Ni qué decir tiene que un equipamiento tan complejo supone un importante desembolso económico, pero al tratarse de prendas y materiales de primera calidad, su duración está asegurada durante varios años.