Cuando un dermatólogo o un esteticista hablan de escote se ponen la mano en el pecho antes de soltar una frase lapidaria: "Hasta aquí llega la cara". Es su forma de recordar lo mal que se acostumbra a tratar una de las zonas del cuerpo más expuestas a las agresiones externas, y de las primeras en delatar la edad. Sólo hay que fijarse en cuántas mujeres llevan siempre un pañuelo al cuello que más que proteger del frío o ir a la moda, tiene el objetivo de ocultar las arrugas.

En todos los centros profesionales de belleza, el tratamiento facial, ya se trate de una limpieza de cutis, un peeling, un masaje reafirmante o de efecto lifting, se extiende hasta el pecho. En cambio, en casa, demasiado a menudo, el escote y el cuello son injustamente olvidados en los cuidados cotidianos de belleza.

Pure Finish Bronzing Power: 34 euros.

Dusting Powder de Juicy Couture: 59 euros.

Redermic de La Roche-Posay: 28,5 euros.

Crema lifting Busto de Yves Rocher: 25 euros.

Ólea-scrub gel de Kéraskin: 35 euros.

Serum Regenerist de Olay: 34 euros.

Bronze Cream de Natura Bissé: 40 euros.

Estar atentas a mimar y adornar la cara con los mejores productos y a hidratar el cuerpo con tacto de seda no es suficiente. Hay fórmulas específicas para cuello y escote que tienen en cuenta que en estas zonas del cuerpo la piel tiene menos glándulas sebáceas y es, en consecuencia, más seca, frágil y fina que la de la cara. Aunque, en general, y si no hay que reparar daños como exceso de manchas, arrugas o pérdida de firmeza, se puede utilizar la misma crema hidratante de día que se usa en el rostro. Aunque se aconseja sólo en el caso de que las necesidades en una y otra zona sean las mismas.

El abc de la belleza

Limpiar, hidratar y tonificar son cuidados básicos en cualquier momento y época del año. Pero cuando la estación permite dejar al descubierto más centímetros de piel, cosa frecuente en primavera y verano, hay que añadir también otras acciones, como exfoliar, aplicar productos específicos contra las arrugas, prevenir o minimizar las manchas, aportar firmeza y, por supuesto, proteger la piel del sol.

Exfoliantes y mascarillas

Usar un exfoliante facial una o dos veces por semana, según el tipo y el estado de piel, puede obrar maravillas. Una vez por semana, antes de ir a dormir, es bueno aplicarse una mascarilla reparadora, dejarla puesta un máximo de 30 minutos (el tiempo varía de un producto a otro, pero siempre está muy especificado en el prospecto) y retirarla después con agua tibia. Las mascarillas caseras €hechas con frutas o aceites esenciales€ son también muy apetecibles en verano.

Un truco de maquillaje especialmente útil a estas alturas del año, cuando la piel puede estar apagada y cansada tras el largo invierno, es aplicar polvos solares sueltos con una brocha gruesa por el escote y los hombros para conseguir un acabado natural y luminoso.

Solución profesional

Muchos escotes maduros muestran hoy las huellas de la moda del bronceado intenso con poca o nula protección. Para estos escotes fotoenvejecidos, que se caracterizan por presentar arrugas verticales, la doctora Natalia Ribé recomienda aplicar Novabel, un relleno de arrugas de última generación y de origen natural, que tiene una capacidad remodelante con la que se consigue corregirlas en zonas hasta ahora tan poco tratadas como el escote.