La pugna del Partido Popular por anular el nuevo calendario fiscal aprobado por el Gobierno local, que adelanta el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) entre mayo y septiembre, le mueve a forzar la convocatoria de un pleno extraordinario en el que se apruebe recuperar el pago entre el 15 de septiembre y el 5 diciembre. El grupo municipal del PP presentó ayer en el Registro del Concello la solicitud de la sesión, que deberá celebrarse antes de quince días, ya que esta formación dispone de un cuarto de los concejales de la Corporación, mínimo requerido para obligar a celebrar un pleno extraordinario.

La portavoz popular, Rosa Gallego, explicó que su grupo también reclama una reunión de la junta de portavoces para llegar a un acuerdo sobre la fecha del pleno, ya que teme que el Gobierno local intente "diluir la importancia del asunto" convocándolo el mismo día que la sesión que vote los presupuestos.

Expertos en Derecho Administrativo consultados por esta redacción explicaron que el pleno carece de competencias para revocar el decreto del Gobierno local por el que se fijó el nuevo calendario fiscal. De acuerdo con esta interpretación, el acuerdo que pudiera adoptar el pleno convocado a instancias del PP tendría el mismo efecto que las mociones aprobadas en la sesión del lunes por PSOE y PP, con el apoyo del BNG en la de los socialistas, para anular el adelanto del cobro del IBI. El alcalde, Xulio Ferreiro, anunció que mantendrá el nuevo calendario fiscal porque las mociones no son vinculantes.

"Confiábamos en que, como alcalde acatase la voluntad de la mayoría del pleno", declaró Gallego sobre la negativa de Ferreiro a acatar las mociones. El regidor justificó que esas iniciativas no tienen validez jurídica y que únicamente cuentan con valor político. La portavoz del PP calificó de "más que discutible" ese argumento, pese a lo cual su grupo ha recurrido a la convocatoria de un pleno extraordinario para insistir en la derogación del nuevo periodo de pago del IBI, iniciativa para la que espera el apoyo del PSOE y el BNG.

En el pleno del lunes, socialistas y populares presentaron sendas mociones en las que expresaban su rechazo a que el IBI se abone en la primavera y reclamaban que vuelva a hacerse en el otoño. Las dos iniciativas fueron apoyadas por sus promotores, aunque el BNG solo respaldó la de los socialistas, mientras que Marea Atlántica votó en contra de ambas.

La posterior negativa del alcalde, a asumir estas mociones, fue interpretada ayer por Gallego como una demostración de su "cara antidemocrática", ya que considera que incumple lo aprobado por dos tercios de la Corporación. "¿De qué sirve debatir y aprobar mociones si luego el Gobierno no mueve un dedo para que se cumpla?", se preguntó la portavoz del PP, que acusó a Marea de montar un "paripé para hacer creer que son los más demócratas".

Gallego aseguró que la decisión de variar el periodo de cobro del IBI se tomó "por la puerta de atrás", ya que no se anunció cuando se aprobaron las ordenanzas fiscales de este año. El PP critica que se anunciara una vez concluido el plazo para fraccionar el pago, así como que el pago del IBI coincidirá con el del Impuesto de la Renta. El alcalde alega que el cobro domiciliado, en julio, coincidirá con la paga extra de muchos trabajadores.