Tener un pelo sano ha sido, desde siempre, el estándar de la belleza femenina. La moda de lucir una melena larga nos ha obligado a extremar el cuidado de nuestro cabello, esto sumado a la preocupación de estropearlo tras someterlo a decoloraciones o con algunas tendencias como las mechas californianas o las balayage. Con el fin de evitar que nuestro cabello se deshidrate y poder lucir una melena perfecta, desde MC360, clínica especializada en medicina capilar, recomiendan llevar una rutina adecuada y usar productos específicos para cada tipo de cabello.

"Un pelo deshidratado muestra un aspecto poco saludable y con tendencia a la rotura y puede impedirte conservar una largura aceptable, tiende a desigualarse y no es fácil mantener el corte durante mucho tiempo. Además, a la hora de teñirse absorberá más el tinte al ser un cabello más poroso de lo habitual; por lo que además de dañarlo, obtendremos un tono más oscuro del que deseamos", asegura la subdirectora médica del centro Cristina G. Chacón.

Además, un cabello deshidratado puede esconder enfermedades de la piel como la dermatitis o la psoriasis o estar relacionado con el envejecimiento natural, el estrés o cambios hormonales. Por otro lado, puede producir caspa, una incómoda descamación que en ocasiones llega a convertirse en un motivo de consulta médica por el picor o sensación de tirantez y/o enrojecimiento que llega a producir.

Para recuperar la hidratación y mantener el buen aspecto del cabello, la doctora Chacón, enumera algunos consejos para hacer frente a la sequedad capilar:

Usar adecuadamente los cosméticos. Se deberá utilizar un champú y una mascarilla acorde a nuestro tipo de cabello. "La publicidad a veces promete productos milagrosos a bajo coste que probablemente solo conseguirán sellar por fuera la fibra capilar, dando una falsa sensación de hidratación, pero sin tratar el cuero cabelludo desde dentro", explica la doctora Chacón.

Por ello, es recomendable que nos dejemos asesorar por un experto que elija el producto más acorde a nuestro tipo de cuero cabelludo en el momento de tratarlo. Algunos ejemplos de principios activos que tratan nuestro pelo desde dentro son los siguientes:

Provitamina B5 ó Dexpantenol: sella la superficie de la fibra capilar y calma la irritación del cuero cabelludo.

Aceite de Almendras: rico en vitaminas A, B1, B2 y B6, minerales y proteínas.

Vit E-Alfatocoferol: potente antioxidante.

Aceite de Coco: puede utilizarse como mascarilla y es uno de los mejores nutrientes para el pelo seco.

Aceite de Baobab: rico en Omega 3 y 6.

Aceite de Aloe Vera: evita la pérdida de cabello y, además, lo fortalece. Contiene vitaminas C, E, B, minerales y aminoácidos, alantoína, proteínas y Beta-caoteno.

Llevar una correcta rutina. Evitar en lo posible la exposición al calor, ya que los primeros síntomas de un cabello deshidratado o dañado pueden llegar si previamente lo hemos castigado tras el verano con una sobreexposición solar, agua del mar o piscina. También lo daña, el uso frecuente de planchas de pelo o secadores, así como los tratamientos agresivos de coloración.

Cortar el cabello, especialmente si tienes las puntas abiertas o secas. Con el cabello deshidratado, notaremos nuestra melena débil, con las puntas abiertas y difícil de peinar, por lo que al eliminar la parte más dañada de tu cabello éste parecerá más luminoso e hidratado.

Lavar el pelo con agua tibia en vez de caliente. Aclarar el cabello con agua fría ayuda a sellar la fibra capilar y dar un aspecto más saludable a nuestra melena.

Usar frecuentemente un aceite sin aclarado. "Esto deberá hacerse según la demanda del día, de la misma forma que utilizamos nuestro labial cada vez que notamos sequedad en los labios", explican desde MC360.