Pasar mucho tiempo delante del ordenador es peligroso. Ya sea porque trabajas en una oficina, porque eres muy aficionado a los videojuegos y al ocio en Internet, o porque estudias o haces tareas varias con él, invertir mucho tiempo delante de una pantalla es perjudicial para la salud si no se siguen unos mecanismos para contrarrestarlo.

Casi todo el mundo tiene en mente que la luz de aparatos como la pantalla del ordenador o la televisión es algo que daña bastante a la vista -si no que se lo digan a todas las madres que les dicen a los niños que no se acerquen tanto a la tele-, pero también hay otros aspectos de nuestro bienestar que pueden salir mal parados, como el ritmo de descanso. Además de eso, no hay que olvidar que pasar mucho tiempo sentado delante PC tampoco es bueno para la espalda, las muñecas o el peso, ya que el sedentarismo puede desencadenar sobrepeso u obesidad si no se controla.

Si estás entre las personas que trabajan u ocupan buena parte de su ocio con el ordenador, debes crear hábitos más saludables para que lo perjudicial no haga tanta mella. Para empezar, aquí tienes algunos consejos muy simples que no te costará nada de esfuerzo llevar a cabo.

Haz descansos breves cada hora

El estar mucho tiempo continuado en la silla es fatal para tu cuerpo, además de que la luz de la pantalla no va a ayudar a tu vista.

Lo ideal es hacer un breve descanso de 5 minutos cada media hora. Cada hora, sin falta, debes levantarte para estirar las piernas, dejar descansar un poco los ojos y estar unos instantes en posición erguida para que tu espalda no se resienta tanto. Camina un poco, aunque sea de paseo al baño, porque ayudará a la circulación de tu sangre.

Mueve en círculos los tobillos y estira y encoge los pies para ejercitar esa extremidad. Para que las rodillas no te duelan, evita tener las piernas cruzadas.

Además, este tipo de descansos también ayudan a tu productividad, ya que está demostrado que tras pasar unos 30 minutos estudiando o trabajando (depende de la persona), la capacidad de concentración baja y la fatiga comienza a hacer acto de presencia.

No dejes que se sequen tus ojos

Muchas veces los contenidos que disfrutamos en el ordenador nos emboban tanto que dejamos de parpadear, provocando que pueda haber sequedad o irritabilidad en los ojos.

Cuando una persona está concentrada, se centra tanto en lo que estás haciendo que muchas veces se "olvida" de pestañear. En estos casos, el parpadeo puede llegar a verse reducido hasta a 5 veces por minuto, una cuarta parte del movimiento habitual. Aunque estés concentrado en algo, recuerda que los ojos te tienen que durar toda la vida, así que fuérzate a pestañear por si las moscas.

Si notas algún síntoma de los ya descritos, levántate y lávate un poco la cara y los ojos, y pasa un par de minutos sin fijar la mirada en la pantalla (esto último hazlo mínimo una vez cada hora).

Vigila el brillo de la pantalla

Si tu ordenador es portátil, lo habitual es que en el mismo teclado tengas algún botón con el que regular el brillo de la pantalla; sino, siempre te quedará ir a las opciones de pantalla. En un ordenador de sobremesa, la regulación de este parámetro suele ser desde la propia pantalla, con algún botón físico que incorpore el monitor.

Sea como fuere, lo importante es que no sitúes el brillo de la pantalla al máximo, ya que puede dañar la vista. Establece un punto donde estés cómodo para trabajar, el término medio entre no ver lo que pone y que te moleste la luz por ser demasiada; siempre es buena idea que el brillo vaya acorde con la luz ambiente que tengas a tu alrededor.

La pantalla, a una distancia prudencial

La pantalla nunca puede estar muy lejos de ti para que no tengas que forzar la vista, pero tampoco muy cerca ya que no es bueno. Una pantalla de tamaño medio, unas 19-21 pulgadas, debe estar a un mínimo de 40 centímetros de distancia de ti, así como en línea con tus ojos: de esta manera, no tendrás que forzar el cuello para mirar hacia arriba o hacia abajo, así como tus ojos no tendrán que realizar mucho recorrido para ver la información que aparezca en ella.

Mantente erguido en la silla

No hagas posturas raras. Todos lo hacemos alguna vez, aunque sea simplemente el hecho de sentarse con la pierna doblada y el cuerpo encima. La postura tiene que ser erguida, por mucho que te aburra estar siempre igual.

La espalda recta, nada de encorvada, y apoyada en la silla. El cuello en línea con la espalda; no eches la cabeza hacia delante o hacia atrás. Los pies apoyados en el suelo y la mesa que no sea muy alta, sino que vaya acorde con tu estatura para que puedas colocar los brazos y las manos en el teclado y ratón sin necesidad de subir o bajar los hombres (sube y baja la silla para conseguirlo).

La silla, que sea buena

Si trabajas en una oficina, lo más probable es que no puedas hacer nada y que tengas que aprovechar al máximo la silla que te proporcionen. En casa, asegúrate de que sea una silla buena y cómoda.

Lo importante de este mueble es que te permita apoyar la espalda entera y que tenga sujeción para la cabeza, así puedes mantenerte erguido sin ningún problema. Los reposabrazos tampoco son tontería, ya que te permitirán descansar los brazos de vez en cuando sin que tengas que ponerte en una postura perjudicial.

Usa protectores de pantalla y gafas antireflejos

Si utilizas gafas en tu día a día, no olvides que los cristales han de ser con antirreflejos, sobre todo si sufres astigmatismo, así te asegurarás de que los brillos de la pantalla y el movimiento de lo que haya en ésta no agrava tus problemas de visión.

Uses o no gafas, una buena opción es que tu pantalla cuente con un protector que actúe como una barrera para que el daño en la retina y la degeneración de la misma se vea minimizado, al igual que los efectos negativos de la luz que emiten, algo horrible para tu ciclo de sueño.

Protege tus muñecas con accesorios ergonómicos

Las muñecas sufren bastante de estar todo el rato manejando el ratón y el teclado. Es muy importante que se apoyen en sitios cómodos para que no te duelan y así evitar males graves como son el síndrome del túnel carpiano o la tendiditis.

Adquiere un teclado con soporte para las manos y aquí no sufran tanto las muñecas. Es importante que en el ratón pueda descansar bien toda la mano, que te quede ni muy pequeño ni muy grande, y que la alfombrilla cuente con un soporte ergonómico para que el apoyo sea lo más cómodo posible. También puedes adquirir guantes que incluyen soporte en la propia palma de la mano y en la muñeca, de manera que acolcha la zona y la articulación tiene un apoyo más suave.

Ejercita el cuello de vez en cuando

El cuello es otro de esos puntos clave a la hora de pasar mucho tiempo delante del PC. Se trata de una articulación sensible que si no se ejercita de vez en cuando puede provocar lesiones en la zona cervical.

Cada hora, igual que te levantas a estirar la postura y que tu cuerpo no sufra, realiza un leve ejercicio de cuello; basta con girarlo suavemente de un lado a otro, estirando toda la zona, o con hacer círculos en movimientos lentos y precisos para que tus cervicales no sientan tanto dolor. Si en algún momento sientes el cuello tenso o la cabeza no relajada, ejercítalo para no acabar el día sin poder moverlo.