El ibuprofeno es uno de los fármacos más consumidos, quizás por la idea de que nos ayuda frente a un gran número de dolencias muy comunes. El hecho de que este antiinflamatorio puede adquirirse sin receta y de que, a la vez, es uno de los más prescritos por los médicos lo convierte en un clásico de nuestro botiquín casero junto al paracetamol.

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo, considerado como un medicamento triple A por ser, además de antiinflamatorio, analgésico, y antipirético. Su uso está indicado para casos como fiebre y el alivio de dolores leves o moderados como el dolor de cabeza, de muelas, molestias de la menstruación, cuadros inflamatorios, dolor de garganta, faringits, dolores musculares, dolor de garganta, artritis, artrosis, torceduras, esguinces?

Además de los genéricos, el ibuprofeno se comercializa bajo nombres comerciales como Neobrufen, Saetil, Ibuen o Espidifen. Para niños, existen marcas como Dalsy, Pirexin o Junifen.

Automedicación

Muchas veces, por la facilidad para acceder a este fármaco, lo consumimos sin prescripción médica concreta, una costumbre que dispara el riesgo de una automedicación errónea que puede tener consecuencias no deseadas, sobre todo para el estómago, el que más sufre con este fármaco.

Lo recomendable es siempre consultar con un profesional la forma en la que podemos consumirlo. Y siempre debemos tener en cuenta no pasarnos con la dosis. Controlar las cantidades y cómo los tomamos es clave para evitar efectos secundarios como úlceras pépticas, hemorragias o incluso perforaciones. Por eso es encomendable tomarlo durante las comidas e incluso acompañado por un protector gástrico si así nos lo ha recomendado un profesional.

Además, un consumo excesivo de ibruprofeno puede tener también consecuencias negativas a nivel cardiovascular y puede provocar trastornos renales y hepáticos.

La dosis máxima recomendada

Pero, ¿cuál es la dosis máxima recomendada? La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha establecido la dosis máxima en 2.400 miligramos al día. Esta cantidad en todo caso, dependerá de cada persona, por su edad, peso, etc.

En España, se suelen prescribir comprimidos de 400 o de 600 miligramos, pero con una peculiaridad respecto a otros países de Europa, porque lo que se ha primado aquí es el consumo de los segundos. Hasta el punto de que una caja de 40 comprimidos de 600 miligramos cuesta menos (1,97 euros) que 30 comprimidos de 400 miligramos (2,06 euros).

Por eso, si lo que tenemos son cajas de 600, en ningún caso deberemos tomar más de tres dosis cada 24 horas. Si el dolor persiste pese al efecto del medicamento, deberemos consultar con nuestro médico algún tipo de alternativa.

Además, debemos tener en cuenta que los expertos garantizan que para afecciones leves y normales basta con comprimidos de 400 miligramos. Tomar ibuprofeno no debe convertirse en un hábito y siempre hay que buscar la razón de fondo de la dolencia para tratar de hallar una solución con nuestro médico.