El trastorno de deseo sexual hipoactivo es un diagnóstico médico que describe la disminución del deseo sexual de forma persistente durante 6 meses o más. Este periodo está también caracterizado por ausencia de fantasías sexuales y escaso o nulo interés por la actividad sexual.

Se trata de una condición más propensa en las mujeres y depende de muchos factores. Por lo general, suele estar asociada a situaciones de ansiedad, angustia y dificultades en las relaciones interpersonales. Muchos medicamentos dedicados a tratar estas situaciones pueden reducir la libido.

Asimismo, las enfermedades como la diabetes, el cáncer, la artritis y la enfermedad arterial coronaria logran debilitar el deseo sexual de una mujer.

De manera similar, durante la menopausia, con el descenso de los niveles de estrógeno y testosterona (que aumentan la libido) la mujer puede experimentar esta falta de interés. El embarazo y los cambios hormonales que ocurren en él son capaces de provocar que una mujer se sienta menos interesada en el sexo.

En el ámbito emocional, varios factores psicológicos entran en juego. Problemas en la relación, la baja autoestima o el haber sido víctima de un abuso físico son circunstancias a tener en consideración.

¿Cuál es la solución?

¿Cuál es la solución?

Como se trata de situaciones muy dispares, no existe un tratamiento específico para combatir esta condición. No obstante, si las razones de la pérdida de libido son psicológicas, lo recomendable sería una terapia individual o en pareja, para proporcionar apoyo psicológico a la mujer y tratar de hallar las causas y su posterior solución.

Hasta ahora no existe ningún fármaco con la indicación precisa y única de actuar sobre la falta de deseo. No obstante, en la actualidad se están empleando varios grupos farmacológicos. Fármacos que potencian la excitabilidad o compuestos hormonales son algunas de las propuestas más populares. De hecho, uno de estos tratamientos consiste en la aplicación de un gel con testosterona, una hormona que cumple un rol importante en el deseo sexual, para aumentar sus niveles.

La FDA de Estados Unidos está evaluando la utilidad de la llamada flibanserina en esta situación. Esta sustancia es una medicación para el tratamiento de la falta de deseo sexual en las mujeres premenopausicas.

En los ensayos clínicos realizados, se ha comprobado que la flibanserina mejora entre 0,5 y 1 el número de experiencias sexuales satisfactorias en el periodo de un mes.