El ejercicio físico y el bienestar general favorece un buen funcionamiento en las relaciones sexuales. Diversos estudios apuntan a que las personas que practican deporte con frecuencia disfrutan del sexo de manera más placentera.

En este sentido, la sexóloga clínica, psicóloga y terapeuta de parejas, Nayara Malnero, explica el papel que juega el ejercicio físico en las relaciones sexuales, resaltando su contribución fundamental a la regulación de la respiración, y la elasticidad como beneficios físicos que reportan tanto las relaciones sexuales como la actividad deportiva. Además, según ha apuntado la sexóloga, "la estrecha relación entre deporte y sexo queda patente en los beneficios que se aportan mutuamente no solo a nivel físico, sino también a nivel emocional". Así, tal y como indica, ambos son los responsables de la secreción de varias hormonas comunes como la endorfina, conocida como "la hormona de la felicidad".

Ejercicios de Kegel o hipopresivos

A parte de los puntos citados anteriormente por la sexóloga, en los últimos años han cobrado un papel fundamental los denominados ejercicios de Kegel. Se trata de una serie de ejercicios para mejorar y fortalecer el estado del suelo pélvico. Los también conocidos como hipopresivos fortalecen los músculos de debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso.

Se trata de "una práctica tan sencilla como relajar y apretar los músculos que controlan el flujo de orina y que se recomienda hacer tres veces al día, sentado u acostado", manifiestan los expertos. Son ejercicios periódicos con tandas de cinco segundos cada una.

La facilidad a la hora de introducir los ejercicios de Kegel en la rutina es tal que se pueden realizar mientras se está sentado en el trabajo o, incluso, parado en un semáforo o en la ducha. Su repetición es fundamental para notar sus resultados sobre el suelo pélvico. De ahí, la importancia de convertirlos en una rutina en el día a día.

En el caso de las mujeres, además, estos ejercicios pueden realizarse de manera "más efectiva mediante el empleo de las denominadas bolas chinas". Se trata de un estimulador femenino con el que, además del suelo pélvico, se fortalecen los músculos de la vagina.

"Realizarlos de manera regular supone una preparación para la actividad sexual que, en la práctica, se traduce en un extra de placer tanto para hombres como para mujeres", concluye la sexóloga Malnero.