En 1900, el patólogo alemán Karl Landsteiner comenzó a mezclar sangre de diferentes personas, encontrando que algunas mezclas eran compatibles, mientras que otras no lo eran, según recuerda la Cruz Roja Española. Fue el creador del sistema ABO.

Los tipos de sangre están determinados por los tipos de antígenos en las células de la sangre, unas proteínas en la superficie de las células sanguíneas que pueden causar una respuesta del sistema inmunológico.

Además, Landsteiner descubrió que, en la superficie de los hematíes, existían dos tipos de proteínas marcadoras o antígenos, que denominó A y B. Observó, además, que el plasma contiene también dos tipos de anticuerpos que reaccionan con las proteínas de los glóbulos rojos y que llamó anticuerpos 'Anti-A' y 'Anti-B.' De esta manera estableció cuatro tipos de grupos sanguíneos: Grupo A, Grupo B, Grupo AB, y Grupo 0.

A su vez, para determinar el grupo sanguíneo de una persona hay que tener en cuenta el factor Rh, un tipo de proteína en la superficie de los glóbulos rojos. La mayoría de las personas que tienen el factor Rh son Rh positivo. Los que no tienen el factor Rh son Rh negativo.

Como todo en esta vida, el conocer cuál es nuestro grupo sanguíneo no es fundamental. Sí debemos conocerlo si estamos embarazadas, o bien si vamos a recibir una trasfusión de sangre. No obstante, para nuestro día a día no es imprescindible.

Así lo asegura la hematóloga y directora del centro de trasfusión de la Comunidad Valenciana, la doctora Cristina Arbona, también miembro del patronato CAT, de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).

Según explica, a día de hoy se desconoce la función real de los grupos sanguíneos. "Realmente los grupos sanguíneos normales se clasifican a partir del sistema ABO. Son unos azúcares que están sobre la membrana de los glóbulos rojos y parece que tienen relación con la estabilidad y el traspaso de los iones, con las funciones de la membrana de los hematíes, pero su función real no es claramente conocida", aclara la especialista.

Además, destaca que si una persona debe recibir una transfusión de sangre sí se debe conocer cuál es su grupo sanguíneo, si bien señala que aunque el paciente lo conozca, es obligatorio comprobarlo siempre antes.

A su vez, la doctora Arbona destaca que es importante conocerlo durante el embarazo, sobre todo si la mujer es Rh negativo, ya que puede desarrollar anticuerpos contra un bebé Rh positivo. Por ello es necesario vacunarla.

"En la mujer en edad fértil lo más importante a la hora de trasfundir es tener en cuenta el sistema RH, la presencia o ausencia del antígeno D, porque si una persona es Rh negativa y se le trasfunde sangre Rh positiva tiene un gran riesgo de crear anticuerpos y los recién nacidos o los fetos pueden tener una complicación muy importante durante el desarrollo fetal y el postparto, la enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido. Por ello es importante conocer su grupo sanguíneo, para darles una vacuna y evitar que se sensibilicen y puedan los bebés desarrollar la citada enfermedad", añade.

¿Cómo podemos conocer fácilmente cuál es nuestro grupo sanguíneo?

Hay farmacias con test que pueden determinarlo. A su vez, la hematóloga recuerda que se puede conocer relativamente fácil gracias a que todos los servicios de transfusión o laboratorios están capacitados para estas pruebas. "Con poner unas gotas de nuestra sangre y añadir el reactivo del antisuero, y ver si reacciona o no, es necesario para confirmar el grupo sanguíneo. Es una prueba muy sencilla y fácil", añade.