A la hora de empezar una dieta siempre existe el miedo de que las consecuencias sean mucho peores. El temido efecto rebote se da con mucha frecuencia y es bastante difícil de controlar pero existe una dieta que puedes seguir y que además de ayudarte a adelgazar evitará que subas esos kilos de más. Es la dieta del metabolismo acelerado y este plan te permite adelgazar hasta ocho kilos en un mes, y sobre todo, reparar tu metabolismo.

Este modelo de alimentación ha sido ideado por la nutricionista americana Haylie Pomroy, dietista de estrellas como Jennifer López y se centra principalmente una alimentación abundante, sana y variada, que le ofrece a tu cuerpo esos alimentos que realmente necesita. Su objetivo es que nuestro metabolismo empiece a funcionar correctamente y, como logremos perder peso porque, aunque la genética es un factor importante la alimentación, el ejercicio regular y el estrés juegan un papel muy importante.

La dieta del metabolismo acelerado tiene una duración mínima de 28 días, que corresponden a un ciclo. Cada ciclo dura 4 semanas y cada semana se divide en tres fases con características y objetivos específicos.

Fase 1: Cereales y frutas

Esta primera fase tiene una duración de dos días y está pensada para asimilar los alimentos y transformarlos en energía. En ella, abundan las frutas y cereales de medio índice glucémico, es moderada en proteínas y baja en grasas. Debe acompañarse de al menos un entrenamiento de cardio.

Puedes comer tanta verdura como quieras, fresca, en conserva o congelada; 120 gramos de carne (ternera, cerdo, pollo o pavo) o 170 de pescado (merluza, platija, sardinas, lenguado o atún). Además, puedes comer 30 gramos de cereales, lo que equivale a una taza; una pieza de fruta y un vaso de smoothie. Las grasas quedan excluidas de esta fase. Para que sea efectiva es importante comer cinco veces al día cada tres o cuatro horas, además, siempre que sea posible recurre a los alimentos orgánicos.

Fase 2: Proteínas y verduras

También tiene una duración dos días, y su objetivo principal es liberar las grasas acumuladas. Es la fase menos calórica y con más proteínas de origen animal y verduras alcalinas. Las verduras son aún más importantes en esta fase ya que ayudan a mantener nuestro PH. Debe combinarse con al menos un entrenamiento anaeróbico.

La verdura puede tomarse de nuevo en cantidad ilimitada, sin embargo, los cereales están ahora excluidos de la dieta, al igual que las grasas. En cuanto a las proteínas, podremos tomar 120 gramos de carne o 170 de pescado, media taza de legumbres o tres claras de huevo. Las frutas se limitarán a una pieza de lima o limón y un vaso de smoothie.

Fase 3: Grasas saludables

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Tiene una duración de tres días y con ella conseguiremos transformar las grasas liberadas durante la fase 2 en energía. Esta vez, será alta en grasas saludables, moderada en proteínas, muy moderada en granos y con frutas de bajo índice glucémico. Deberemos combinarla con al menos una sesión de una actividad física que relaje nuestro cuerpo, como el yoga por ejemplo.

La verdura continúa siendo ilimitada y las proteínas constarán de 120 gramos de carne o 170 de pescado, media taza de legumbres o un huevo y medio.