Cada vez son más los niños que tienen algún juguete conectado que les permite ser partícipes de la comunidad de internet. Sin embargo esto no son todo ventajas ya que esta conectividad también conlleva una serie de peligros para los que tanto padres como hijos tienen que estar preparados.

Los juguetes conectados son aquellos que poseen funciones de conectividad a internet que permiten interactuar con otros dispositivos, como 'tablets' o móviles, para intercambiar datos. Algunos ejemplos son los muñecos interactivos, robots programables o los drones.

No hay que confundirlos con otros juguetes tecnológicos que no tienen la capacidad de conectarse a internet u otros dispositivos, como pueden ser los coches teledirigidos. Ni tampoco son lo mismo que los productos de ocio digital como las consolas, 'smartwatches' o móviles.

Ha sido el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) con el centro Internet Segura for Kids (IS4K) y la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes quien ha elaborado un guía que explica las pautas para un uso seguro de juguetes conectados.

Estos juguetes tienen distintas funciones, como pueden ser la de grabar o transmitir imágenes, sonido, interactuar con una aplicación o navegar y comunicarse a través de internet.

Los juguetes conectados ofrecen nuevas funcionalidades y es importante escoger aquellos adecuados a la edad y madurez del niño. Estos productos vienen con una edad recomendada, por lo que los padres tendrán que decidir si el niño está preparado para utilizar el juguete con seguridad.

Uso de datos del juguete

Entre las funciones que tienen estos juguetes, se encuentra la capacidad de recogida de datos. Estos juguetes recogen información a través de preguntas, grabaciones de voz o recopilando datos de los juegos.

El juguete puede crear un perfil con datos referidos a la edad, gustos, intereses o localización para posteriormente aprovecharlo a la hora de personalizar la experiencia, hacer publicidad dirigida o la venta de esta información a terceros.

El fabricante debe especificar en la política de privacidad del producto quién es responsable de la información que se recopila, para qué va a ser utilizada y cómo el usuario puede ejercer sus derechos.

Configuración

Para proteger a los más pequeños es necesario configurar los juguetes conectados. En primer lugar si este se puede conectar a otros dispositivos hay que asegurar la conexión wifi para bloquear el acceso de personas ajenas.

Otras medidas también son cambiar las contraseñas y códigos que vienen por defecto, mantener las actualizaciones al día y apagar el juguete cuando no se esté utilizando. Existen algunos juguetes que incorporan ya herramientas de seguridad específicas por lo que conviene saber cómo funcionan y cuál es su utilidad.

También hay que tener en cuenta que el juguete recopila información personal, por lo que es recomendable que se comprueben y eliminen los registros de mensajes o datos personales de forma periódica. Y si es la última vez que se utiliza, eliminar la totalidad de los datos.

Por último, para que la experiencia con el juguete conectado sea la mejor posible es conveniente acompañar al niño durante el juego. Los padres tienen que enseñar una serie de valores de respeto y mostrarles los peligros de internet. Para asegurarse de que no se ponen en peligro a ellos mismo o a familiares deben supervisar su actividad y experiencia de juego.