Facebook pondrá fin a su sistema de reconocimiento facial y eliminará el escaneado del rostro de más de mil millones de usuarios. La decisión de cerrar este proyecto iniciado hace poco más de una década se debe a las “muchas preocupaciones sobre el lugar de esta tecnología en la sociedad”, según ha asegurado en un comunicado Jerome Pesenti, vicepresidente de Inteligencia Artificial en Meta, el nuevo nombre de la compañía matriz que posee la red social, así como Instagram WhatsApp.

En diciembre de 2010, Facebook puso en marcha un sistema de reconocimiento facial con el que quería agilizar la detección de caras en las imágenes que se publicaban en la plataforma. Ese sistema era el que permitía al usuario etiquetar a la persona que aparecía en esa imagen. Desde entonces, más de un tercio de los usuarios activos de la red social habrían aceptado que se reconociese su cara, según Pesenti, lo que suponen unos 640 millones de personas.

La creciente presión sobre Facebook –acechada por múltiples escándalos sobre su impacto en el debate público y en la salud mental de los jóvenes—y los cada vez más conocidos riesgos de esas tecnologías han forzado al imperio digital de Mark Zuckerberg a actuar. Más teniendo en cuenta que durante diez años ese sistema ha ayudado a Facebook a construir uno de los mayores depósitos de imágenes del mundo.

Los peligros del reconocimiento facial

En ese tiempo, organizaciones y expertos han mostrado su preocupación por el uso que se pueda dar a una información tan sensible como el reconocimiento facial. China ha usado estos sistemas de vigilancia biométricos para controlar y perseguir a la minoría musulmana uigur, pero en los Estados Unidos también se han detectado casos en los que esa tecnología amplifica sesgos racistas y clasistas para penalizar a pobres y afroamericanos. En abril, la Unión Europea anunció una nueva legislación para prohibir tales sistemas.

En 2019, la compañía dejó de usar ese software para recomendar el etiquetado de amigos y conocidos en las fotografías colgadas. Ese mismo año, la Comisión Federal de Comercio de EEUU multó a Facebook con 5.000 millones de dólares por un mal uso de la información privada de sus usuarios. El estado de Illinois denunció ese sistema (terminó saldándose con una multa de 650 millones) y la ciudad de San Francisco lo prohibió debido a los riesgos que entraña para la privacidad.

Con el cierre, Facebook espera centrarse en un uso más positivo del reconocimiento facial y hacer frente "a las crecientes preocupaciones de la sociedad, sobre todo porque los reguladores aún no han establecido normas claras". El año pasado, otros gigantes como AmazonMicrosoft IBM anunciaron el fin o una pausa de la venta de sus sistemas de reconocimiento facial a terceras partes como la policía tras destaparse casos sobre sus peligros de vigilancia.