Desde la generalización de Internet y su implantación en todos los hogares, la ciberseguridad ha evolucionado de manera notable. Sin embargo, aquellos que tratan de usar la red con fines maliciosos van siempre un paso por delante, consiguiendo encontrar nuevas maneras de realizar ataques, bien con la finalidad de acceder o apropiarse de documentos o información confidencial, o de causar determinado perjuicio a las víctimas.

Muchas han sido las ocasiones en las que una determinada acción cibernética ha llegado a causar daños multimillonarios. Diversos ataques planificados y coordinados que, a base de su acción destructora, han servido para concienciar acerca de la importancia de la ciberseguridad y avanzar en dicha materia.

Repasamos los cinco ciberataques más destacados de todos los tiempos:

ILoveYou

Corría el año 2000 y tanto la ciberseguridad como la concienciación social sobre la misma aún eran un territorio poco explorado. Por ello, una acción que a día de hoy nos parecería sencilla e ingenua llegó a afectar a entre 50 y 60 millones de equipos informáticos. Consistía en un 'gusano' que solía llegar por correo electrónico y que sobreescribía o eliminaba los archivos con unas determinadas extensiones, incluidas las populares .jpg, .jpeg, .mp2 y .mp3., además de reenviarse a los contactos del afectado. El archivo love-letter-4-you.htm o love-letter-4-you-txt solía ser el desencadenante de la acción, y el mensaje 'I hate going to school' era el aviso de que la infección se había desencadenado. Las pérdidas causadas por el ataque masivo se cifraron en unos 5.000 millones de dólares. Su creador fue el joven filipino Onel de Guzman, que no pudo ser condenado por ello, al no existir legislación al respecto en dicho país. Años más tarde confesaría que su motivación fue conseguir contraseñas para acceder a Internet, al no poder él costearse la conexión.

Conficker

Otro gusano, algo más sofisticado, surgido en el año 2008 con la capacidad de deshabilitar varios servicios claves de los equipos informáticos al aprovechar una vulnerabilidad del sistema operativo Windows. Tras llevar a cabo esta acción, el archivo era (y sigue siendo, ya que se mantiene activo) capaz de replicarse y propagarse con facilidad. No existen certezas sobre dónde se produjo su nacimiento, aunque las teorías más probables apuntan a Ucrania, ya que su versión inicial no se reproducía en equipos de este país, y versiones posteriores sí han sido detectadas con origen en territorio ucraniano.

Stuxnet

Este virus, detectado en Bielorrusia en 2010, fue capaz de instalarse en determinados sistemas, robar información de ellos y luego ordenar su autodestrucción. Es uno de los 'software' espías más complejos que se conocen, incluso habiendo pasado más de una década desde su origen. Se estima que su objetivo eran las grandes infraestructuras clave y sistemas nucleares de Irán, ya que más del 60% de las infecciones se produjeron en dicho país. El 'New York Times' llegó a apuntar la posibilidad de que fuese creado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos o Israel.

Petya

El primer gran caso de 'ransomware' propagado a nivel mundial. Fue detectado en 2016 y es capaz, tras infectar los ordenadores, de encriptar todo tipo de archivos haciendo en la práctica imposible su recuperación. La apertura de un PDF desencadenaba la acción, mostrando en pantalla una gran calavera y a continuación el mensaje pidiendo el pago de un rescate para revertir el daño generado. Grandes empresas lo sufrieron, siendo el caso más reseñable el de la naviera danesa Maersk, a la que le generó unos daños valorados en 250 millones de euros.

WannaCry

Un ataque mundial sincronizado de 'ransomware' que afectó a grandes empresas e instituciones en el año 2017. Desde el servicio de salud británico hasta compañías españolas como Telefónica, Iberdrola y Gas Natural se vieron afectadas. Estados Unidos culpó de su creación al norcoreano Park Jin-hyok. Los equipos afectados sufrieron el encriptamiento de archivos y la irrupción de un mensaje que exigía el pago de 300 bitcoins para su recuperación.