Vecinos denuncian algunas de las dificultades que supone vivir en una zona aislada y mal comunicada: el autobús no llega al barrio, los recorridos para llegar a los servicios básicos a pie no cuentan con aceras o farolas, y son ellos mismos quienes se deben encargar del desbroce e incluso del asfaltado de los caminos.
