El juicio a Leo Messi y su padre por fraude fiscal ha arrancado hoy en Barcelona con una expectación máxima. La abogacía del Estado sostiene que el argentino tiene que responder penalmente y pide 22 meses de cárcel para el futbolista y otros tantos para su padre por beneficiarse de un entramado societario que defraudó 4,1 millones de euros a Hacienda. Messi reconoció que no pagó lo que tocaba por sus ingresos de derechos de imagen y terminó pagando en un año 53 millones para ponerse al día.