La pandemia ha disparado el número de personas que acuden a ONGs en busca de ayuda. Más personas necesitadas, más gasto al que ahora se suma el recibo de la luz. Son asociaciones pequeñas que en su mayoría dependen de donaciones particulares. Todo lo que destinen a la luz se lo tienen que quitar a quienes ayudan. Muchos temen además la llegada del invierno, por sus facturas y por la cantidad de gente que pedirá ayuda para pagar sus propios recibos. Y todo esto mientras la subida de la luz parece no tener fin. Mañana pulveriza otro récord