Un fuerte terremoto de 7 grados en la escala Richter ha sacudido Turquía y Grecia provocando importantes destrozos. Aunque se desconoce si ha habido víctimas, parece inevitable que así sea porque varios edificios se han venido abajo en varias ciudades turcas. El epicentro del temblor se ha registrado cerca de la isla griega de Samos, a tan solo 17 kilómetros de la costa turca y 10 metros de profundidad.