Reuniones a contrarreloj en Bruselas con los directivos de AstraZeneca. La Comisión Europea sospecha que la farmacéutica, aprovechando que aún no tiene la autorización para comercializar en Europa, ha vendido las vacunas comprometidas con ellos a otros países a un precio más elevado. Incluso, a pesar de que Europa ha invertido en la investigación de estos fármacos. De todas formas, es difícil comprobar el motivo de los retrasos porque no hay transparencia en los contratos. Un polémico reparto que en los países pobres es mucho más sangrante.