La superproducción arranca con la irrupción triunfal de su amado líder como el villano de una película, enfundado en cuero negro y gafas de sol y presumiendo de la joya del arsenal balístico norcoreano. Todos están pendientes de la hora exacta en esta secuencia, hasta que Kim Jong-un se despoja de las gafas para dar la orden. Sale del hangar el misil norcoreano más potente y sacando pecho aparece el líder supremo con esa estética tan llamativa. Llega el momento de la cuenta atrás y la señal definitiva y con el botón manual a la antigua usanza, lanza el llamado "monstruo". Un misil intercontinental con un alcance de 15.000 kilómetros.