Rusia ya no podrá negarlo. Varios forenses franceses han viajado hasta Bucha para verificar la masacre. Delante de una fosa común excavan en la tierra. Allí rescatan tres cuerpos enrollados en una manta naranja. Se trata de una mujer y sus dos hijos. Apenas se les puede reconocer. Sus cuerpos están prácticamente carbonizados. Durante los próximos 15 días los expertos franceses permanecerán en Bucha para determinar qué ocurrió con los 250 cadáveres descubiertos en la ciudad desde la retirada de las fuerzas rusas