El tirador, armado con un rifle y una pistola, entraba en un hospital de Tulsa y disparaba de forma indiscriminada sembrando el pánico entre pacientes y personal.Hay varios heridos y al menos cinco fallecidos, entre ellos el autor de los disparos que, según las primeras informaciones, se habría quitado la vida. La policía registra las instalaciones al milímetro para asegurarse de que no hay más asaltantes. Además, no descarta encontrar nuevas víctimas. Los agentes llegaban solo 3 minutos después de la llamada a emergencias tras las críticas por la lenta actuación en el colegio de Uvalde donde fallecieron 19 niños. Allí, despedían ayer a la proferora asesinada a su marido, que moría de un infarto dos días después.Desde la dramática masacre del pasado martes hasta hoy el país ha registrado otros 21 tiroteos masivos, y suman 233 en lo que va de año. Unas cifras que alimentan el debate sobre las ramas que ya reavivó hace unas semanas la matanza en un supermercado de Búfalo, donde perdían la vida 10 personas.