Por primera vez desde que empezó la guerra, el ministro de Defensa y el nuevo general al mando han comparecido para anunciar una derrota. Es una decisión difícil, han dicho, pero necesaria para preservar vidas y la capacidad de las tropas. De ser cierto, estarían comenzando la evacuación completa de su única ciudad en el sur, además de Mariúpol. Un golpe aún mayor que la derrota de marzo en torno a Kiev o la desordenada retirada de Járkov de septiembre. También sería la primera vez que cederían territorio sin pegar un tiro. La batalla de Jerson iba a ser una de las mayores de la guerra. Los rusos podrían disputar cada barrio y cada calle ante el avance ucraniano haciéndoles perder tiempo y efectivos durante semanas. Por eso los ucranianos desconfían. Creen que puede ser una estratagema para que entren en la ciudad creyéndola vacía. Es difícil no verlo como un golpe personal para Putin que ha aparecido en un acto en Moscú. Desde su punto de vista, Rusia se retira de territorio ruso anexionado ilegalmente en octubre.