El rey Carlos III de Reino Unido ha prestado juramento ante la biblia y ante el arzobispo de Canterbury en la abadía de Westminster con el compromiso de respetar la ley y administra justicia con misericordia. Acto seguido de jurarlo a viva voz lo ha plasmado por escrito y firmado. Carlos III por primera vez ha añadido la defensa no solo de la Iglesia anglicana de Inglaterra, sino de todas las creencias y religiones presentes en el Reino Unido.