Si pasado este puente y a mediados del mes de noviembre no se consigue estabilizar la curva de los contagios, Castilla y León ha anunciado que pedirá al Gobierno un nuevo confinamiento domiciliario para sus habitantes. "Si la incidencia no empieza a disminuir no hay otra manera de cortar la transmisión del virus", ha dicho el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.