Estaban divorciados pero con dos hijas en común, aparentaban llevar una vida normal. Él trabajaba de noche y se encargaba de llevar a sus hijas al colegio por lo que a diario acudía a este piso en Manresa donde había vivido el matrimonio. Aquí es donde presuntamente habría asesinado violentamente a su exmujer de 34 años. Algo impensable para sus vecinos. Después se habría intentado quitar la vida. Ahora se encuentra detenido bajo custodia policial en el hospital donde se recupera de las heridas. Los Mossos investigan este crimen como un caso de violencia de genéro. De confirmarse sería la primera mujer asesinada a manos de su expareja en lo que va de año en Cataluña y la sexta en España.