A tan sólo seis días de que arranquen los Juegos Olímpicos de Tokio, la organización acaba de confirmar que se ha registrado el primer caso de COVID-19 dentro del recinto de la villa olímpica. Se trataría de un ciudadano extranjero, se sabe que no es deportista, pero sí pertenece a una de las delegaciones. Una noticia que ha ensombrecido más si cabe la historia de estas Olimpiadas, aplazadas un año por la pandemia, sin público de ningún tipo para evitar contagios y con el 83 por ciento de la población nipona en contra de su celebración. Tokio además está actualmente registrando sus cifras máximas de casos desde el pasado mes de enero. El Gobierno trata de combatir el miedo con pruebas masivas, limitación de aforos y eventos y toques de queda. Pero los intereses de un evento mundial de este calibre pesan mucho. Con 18.000 atletas y miembros de los comités olímpicos viniendo de todo el mundo, la incertidumbre de si estos Juegos podrían llegar a convertirse en un evento superpropagador está todavía en el aire.