Despertarse a las 3 de la mañana con el corazón acelerado, la mente inquieta y una sensación de angustia inexplicable es una experiencia que muchas personas conocen. Aunque suele vivirse en silencio, lo cierto es que este fenómeno es más común de lo que pensamos. No se trata solo de un “mal sueño” o una casualidad. A menudo, es el cuerpo reaccionando a un estado de activación interna que no ha sido atendido durante el día.