Con el lanzamiento de Cuarto azul, su nuevo álbum, Aitana no solo explora nuevas facetas musicales, sino que también abre una ventana íntima a su vida personal. El disco, que llega en un momento especialmente delicado para la artista catalana, refleja un periodo marcado por la ruptura emocional y una profunda crisis interna.

En una entrevista reciente, Aitana ha revelado que durante la creación del álbum atravesó una etapa de gran vulnerabilidad. "Un día supe que no estaba bien. Llamé a mi padre y le dije que necesitaba ayuda, que quería ir al psiquiatra", confesó.

La reacción de su padre fue inmediata. "Vino sin pensárselo dos veces y le dijo a todo el equipo: ‘Me dan igual los contratos, mi hija se va a curar’", cuenta Aitana, visiblemente emocionada. En ese instante, las prioridades cambiaron: la música pasó a un segundo plano, y la salud mental de la cantante se convirtió en lo más importante. “No haría nada ese mes, y si hacía falta, tampoco los meses siguientes”, fue la firme decisión de su padre, según relata.

Cuarto azul es, en palabras de la propia artista, una continuación emocional del documental Metamorfosis, y una etapa de transición en la que se permite mostrarse sin filtros. “Este disco soy yo, de verdad”, afirma Aitana, que ha decidido romper el silencio en torno a su salud mental para dar visibilidad a una lucha que muchas personas comparten, pero pocas se atreven a contar.