Tuvieron que salir con lo puesto. "Me han echado de golpe y se me había olvidado todo. He venido a recoger mis medicinas", apunta un vecino de la urbanización Forrest Hills, evacuada por el incendio. Algunos de ellos intentan volver a entrar en sus casas, pero todavía no es seguro. "Hemos venido para ver si podíamos pasar ya y para dormir, pero la policía no nos deja pasar".

Mil vecinos han sido desalojados. El fuego está demasiado cerca: una casa y parte de un edificio se han quemado. Con poco a cuestas, van llegando al polideportivo El Carmen, en Estepona, habilitado para cien personas. Allí les ofrecen comida, agua y un kit de aseo.

Otros se conforman con algunas mantas y algo de comida. Pasan la noche cerca de sus casas y duermen en el coche. No quieren irse lejos, porque, para ellos, no están todos... "Preferimos estar cerca de nuestros animales" dice una vecina de una de las localidades afectadas. Podría ser por poco tiempo. Se prevé que en unas horas puedan volver, por fin, a sus casas.