Desnudo sobre el suelo y envuelto en plástico para no dejar rastro de las proyecciones de sangre de las patadas y puñetazos que sus agresores le estaban propinando en el interior de un domicilio del barrio de Delicias. Esa fue la situación que vivió un hombre natural de Barcelona y vecino de Zaragoza antes de que los tres jóvenes que le habían secuestrado y torturado le obligaran a grabar la autoinculpación de una violación. Malherido pudo huir y los supuestos responsables de esta extorsión acaban de ser detenidos por la Policía Nacional.