La exposición AI: More than Human es un paseo por la historia de la inteligencia artificial, por la inquietud del ser humano de crear robots que puedan pensar y del camino recorrido para conseguir, por ejemplo, que un ordenador pueda ganar una partida de ajedrez al campeón del mundo. Es también un balcón hacia el futuro para ver cómo la inteligencia artificial se ha colado ya en la vida de la gente y qué parcelas puede conquistar, tanto para bien como para mal.
En la exposición, que estará abierta al público desde hoy hasta el 5 de febrero del próximo año en Afundación, hay elementos singulares, como el aroma de una flor de Hawai, que se extinguió hace un siglo y que los científicos han conseguido replicar gracias al ADN contenido en el tronco del árbol. Solo hay que poner los pies en las marcas del suelo y dejar que los sensores detecten que hay alguien esperando a recibir este olor ya desaparecido en la naturaleza. ¿Y a qué huele? pues un poco a azufre, otro poco a madera e, incluso, al espray que se aplica para reducir el dolor de las contracturas musculares.
La exposición estará abierta de lunes a domingo desde las 12.00 horas a las 14.00 h. y de 17.30 a 20.30 h, excepto los lunes que abrirá solo por las tardes. Las entradas, que cuestan ocho euros, están disponibles en la web de Ataquilla.com. El tiempo estimado de la visita es de una hora y media, aunque, según explicó ayer Alba Meijide, que es la encargada de la exposición en A Coruña, hay tanta información y tantos juegos y experiencias, que los visitantes pueden pasarse tres horas o más buceando en las entrañas de la muestra, que cuenta, entre otras piezas históricas, con una máscara que perteneció a la colección particular del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, con elementos del sintoísmo japonés, que datan del año 14.500 antes de Cristo, y con referencias a la cultura popular, como Doraemon y Hulk.
La exposición fue creada por el Barbican Centre de Londres y coproducida por el Forum Groningen de Países Bajos en 2019. Antes de llegar a A Coruña, que es la única parada que tiene programada en España, estuvo en Holanda, en Liverpool y también en China.
El presidente de Afundación, Miguel Ángel Escotet, explicó ayer que la entidad había elegido su sede en la ciudad para acoger la exposición porque ninguna otra de su red tenía la capacidad para poder exhibir estas instalaciones tan complejas. Y es que, entre los elementos que conforman AI: More than Human, están, por ejemplo, una de las siete réplicas originales que se construyeron de la máquina de cifrado Enigma, que fue clave en el curso de la Segunda Guerra Mundial, y de la máquina Bombe, de Alan Turing, la misma que se utilizó para el rodaje de la película Descifrando Enigma, y que, cada día, conseguía desencriptar los mensajes que mandaban los alemanes con Enigma; hay también un fotomatón que crea poemas a partir de palabras en inglés que le aportan los participantes y que tiene como base la poesía británica del siglo XIX.
El codirector de Barbican International Enterprises, Luke Kemp, explicó ayer que “la Inteligencia Artificial ha dejado atrás la tecnología, como algo perteneciente al futuro lejano o relegado al reino de la ciencia ficción, para transformarse en algo del ya y del ahora” e hizo hincapié en que la muestra tuvo que crear una cronología con nombres, apellidos e hitos de la evolución de la inteligencia artificial porque no existía ninguna que cubriese todo el abanico que pretendían abarcar y que, además, recogiese la impronta de las mujeres y la importancia de sus cálculos para el avance de la informática.
Otra de las sensaciones de la exposición es la interacción con el perro Aibo, desarrollado por Sony, y que, según explicó ayer, Kemp, tiene un uso social, ya que puede servir de animal de compañía a personas mayores o con movilidad reducida, porque no requieren salir a la calle cuando llueve o hace frío y no necesitan comer a diario, como las mascotas de verdad. Su sistema hace que aprendan cuanto más se les estimula, de modo que, dependiendo de la hora del día en que se visite la exposición, puede que Aibo esté más o menos activo.
También están los podios que se utilizaron en el programa de televisión Jeopardy, en el que una máquina desarrollada por IBM consiguió ganar en un concurso de cultura general a participantes que habían demostrado ya su valía en ediciones anteriores.
La inteligencia artificial plantea nuevos retos, como hasta qué punto son éticos y morales algunos de los avances que son técnicamente posibles, como la creación de armas inteligentes, que pueden disparar a matar a objetivos automáticamente según las indicaciones que se les den e, incluso, cómo la creación de códigos de reconocimiento facial tienen un sesgo racista, al no reconocer a mujeres negras, porque han sido creados con patrones de hombres blancos. Plantea también otras maneras de almacenar información, como la que hizo el grupo Massive Attack, que metió en un espray un millón de copias de su álbum, como un ADN codificado.
La exposición termina con un dispositivo de la Nasa desarrollado para ir a Júpiter y tomar sus propias decisiones según las condiciones en las que se encuentre.
Para completar esta exposición, se realizarán actividades paralelas relacionadas con la Inteligencia Artificial, como un ciclo de cine y conferencias. El equipo del Área Educativa de la Obra Social de Abanca ha diseñado también un programa didáctico adaptado a los distintos ciclos.